martes, 29 de junio de 2010

Ideales e ideologías

Supongo que casi todo el mundo vive conforme a ciertos principios. No hay en cambio, tal vez, tanta gente que se rija por auténticos ideales. Los principios son simples (pero importantes) normas éticas personales. Los ideales, en cambio, son como un mar de fondo que te acompaña siempre y te conduce a navegar en una cierta dirección, encaminado hacia un puerto que te excede, que tal vez nunca alcances, pero cuyo faro guía la travesía. Hay sin embargo una versión más pedestre de los ideales, una suerte de intento racional de encasillarlos y explicarlos: son las ideologías. Estas, por lo general, me gustan poco.

El problema con todas las ideologías es que construyen un castillo lógico auto-justificativo, y por tanto excluyente. Dentro de cada sistema concreto de ideas las piezas encajan bien, pero contar con un ingenio mental perfecto no es necesariamente la mejor formula para vivir, y realizar, los ideales propios.

Claro que a veces las ideologías resultan ser interesantes ejercicios intelectuales, y que ciertos elementos de las mismas, tomados en dosis, ayudan a dar forma a los ideales. Por ejemplo, creo que el marxismo sigue siendo esencial para el estudio cabal de algunos aspectos de la historia económica y social de la humanidad y que, en esa medida, muchos de sus planteamientos son absolutamente validos. También creo que el liberalismo ha hecho aportes notables al pensamiento humano. El anarquismo, una ideología que en realidad es un ideal, no por irreal me resulta menos atractivo. Otras ideologías, como el fascismo, el nacionalismo, el integrismo religioso o el mal llamado neoliberalismo no solo no han aportado nada bueno al género humano, sino que, de un modo evidente, han contribuido a la degradación de los valores.

Escribo estas cosas porque yo, en el presente, vivo en Georgia, un país preso de una ideología. Se llama libertarismo, y es una versión extrema del capitalismo, conforme a la cual el Estado debe desaparecer de todas las esferas humanas -salvo la policía y la defensa. Esta especie de anarquismo de extrema derecha, nacido en Estados Unidos se opone tozudamente a cualquier medida de protección social, a toda forma de subvención, o de defensa del consumidor. El Estado, por ejemplo, no tiene porque ocuparse de que los animales sean o no vacunados, o de cerrar un negocio que vende comida en mal estado. El mercado debe decidirlo todo, absolutamente todo, al precio que sea.

El libertarismo conforma todo un sistema de ideas muy elaborado, con sus gurús, sus libros de culto, sus think-tanks y todas esas cosas que supuestamente dan respetabilidad a una ideología. En Estados Unidos existe un partido Libertario, que logra siempre varios cientos de miles de votos. El libertarismo, además, es una de las principales influencias doctrinales del ala más a la derecha del partido republicano.

El libertarismo es la ideología oficial del gobierno georgiano. Nunca antes, en ningún país del mundo, el libertarismo se había intentado aplicar en toda su integridad, tal y como ahora sucede en Georgia. El pequeño país del Cáucaso es pues una nación sometida a un experimento político-económico.Cada día, en mi trabajo, debo tratar con instruidos seguidores de esta ideología. Son en general personas intelectualmente brillantes y muy preparadas. Pero su carga ideológica es tal que, en cierto punto de toda conversación con ellos, la lógica deja de regir en su discurso, quedando atrapado entre los sólidos muros de su ideología.

Las ideologías, tomadas al pie de la letra, vuelven entupidas hasta a las mentes más brillantes.
Los ideales, en cambio, dan alas a la razón para volar.

Foto: Ignacio Huerga

2 comentarios:

Carlos Ronzon (Mexico) dijo...

Juanito la realidad de America Latina es el Neoliberalismo que ha destruido la cultura, las raices de cada uno de los pueblos llevandonos al anarquismo en medio de la voracidad del capitalismo y la mas perversa de sus invenciones EL CONSUMO que esclaviza a los seres humanos a ciclo de comprar y pagar donde toda tu vida pagas hipotecas, creditos esa es la nueva esclavitud ya no hay cadenas ya no hay campos de explotacion ahora las deudas son las cadenas y son mas perverzas y causan mas pauperrismo en el ser humano ojala undia lo analisis con tu profundidad y nos des tu punto de vista.

luis echánove dijo...

hermano, qué gran verdad cuentas en esta entrada. normalmente cuando un líder político alcanza el poder lo hace bien por rechazo del pueblo a la otra opción o bien porque ha cautvado a sus votantes con su ideología. Sin embargo, una vez al mando, una vez conocida la alta responsabilidad que se tiene, suelen ser conscientes de que la lógica radical de cualquier ideología llevada hasta sus úyltimas consecuencias, se da de bruces con la lógica de la realidad diaria que acaba exigiendoles moderación. Es lo que siempre se ha dicho que los políticos llegados al poder acaban "centrándose". En España el caso paradigmático es Felipe González que desde la oposición blandió el "¡otan no!" y llegado al poder promovió el voto positivo a la permanencia en España en la OTAN en el referendum que cumpliendo su promesa convocó. En la vida cotidiana todos nos vemos obligados a hacer pequeñas o grandes renuncias a parcelas de nuestra propia ideología,para poder simplemente vivir en sociedad. Como cantaría Janette: "lo siento mucho, la vida es así, no la he inventado yo..."

El problema es cuando llegados al poder los políticos no son capaces de modularse de esta forma. En Georgia lo vives a diario pero en España creo que llevamos unos cuantos años con un presidente del gobierno que igualmente es esclavo (o lo ha sido hasta hace pocas semanas) de su ideología y esto le ha impedido tomar determinadas decisiones que eran muy necesarias para paliar los efectos de una situación económica de la que él no era responsable y a cambio le ha llevado a tomar algunas medidas que le convierten en responsable del agravamiento de las consecuencias de dicha crisis.