lunes, 5 de enero de 2009

Cabalgata

Hoy he estado con mis hijos en la cabalgata. Los críos competían por los caramelos arrojados desde las carrozas con la pericia propia de un malabarista. A la llegada de Melchor, Juanito, presa de un éxtasis indescriptible, vociferaba que se había portado bien todo el año. Melchor le saludó con sus manos enguantadas en fieltro, y Juanito, fuera de sí, de respuesta trazaba una sonrisa que no le cabía en la cara. De regreso a casa, escucho en el coche las noticias de las ocho en Radio Nacional. El ejército israelí ha matado a ochenta y dos niños en Gaza hasta el momento. Las cifras, así en frío, dicen poco. Así que lo escribiré de nuevo, por si a fuerza de repetirlo me hago a la idea. Ochenta y dos niños muertos. Ochenta y dos niños muertos. Ochenta y dos niños muertos.
(Foto: Eva Pastrana)

1 comentario:

Anónimo dijo...

Déjame repetirlo contigo, ochenta y dos niños asesinados, ochenta y dos niños asesinados. Decenas de madres que saben que no volverán a verlos y de las que dirán que los pusieron en sus casas como parte de un plan para desacreditar al ejército israelí. Escudos humanos, dirán. Los que somos padres sabemos de pronto lo que supone la vida de un solo niño, de tu hijo. Son ochenta y dos los asesinados. Vergüenza.